¿Lapsus o ataque de sinceridad espontánea? Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, la ha liado en una sesión de control del Senado este martes diciendo que «queda Gobierno de corrupción para rato», en vez de gobierno de coalición. Las reacciones han sido instantáneas, con una bancada del PP, que son mayoría en Senado, estallando en carcajadas, aplausos y asentimientos.
El error de Díaz se ha producido cuando se le agotaba su tiempo de intervención, al contestar a la portavoz del PP en el Senado, Alicia García, que le preguntó si Sumar va a dejar de apoyar al Gobierno después de que, a su juicio, hay indicios de financiación irregular del PSOE, y tras recordarle que eso prometió ella que haría cuando hubiese indicios.
Por dos veces se ha trastabillado Díaz con la palabra corrupción y después ha acabado diciendo al PP que si siguen así no gobernarán jamás, justo cuando ha comenzado el bullicio de los senadores del PP, entusiasmados con las equivocaciones previas de la ministra.
Díaz, entonces, se ha sentado con gestos de disgusto, y el senador del PP José Antonio Monago, al comenzar la segunda pregunta de la sesión, le ha dicho a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que no iba a poder superar lo que acababa de decir su compañera de Gabinete, con los aplausos de su bancada aún de fondo.
La animación ha llegado al hemiciclo, además, en la primera pregunta del control, después de una hora en la que se ha sucedido una lenta votación secreta en urna uno a uno de los senadores y el tedioso recuento posterior en voz alta, para la elección de Concha Andreu como vicepresidenta segunda de la Mesa.
Antes, la ministra de Trabajo ha contestado a García que al PP «le importa un rábano» la corrupción, como muestra la ausencia de propuestas, «cero patatero», después de que en julio el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara medidas anticorrupción.
También ha recordado Díaz el reciente voto en contra del PP en el Congreso a la propuesta de creación de una agencia pública anticorrupción.
Entre otras acusaciones, García le ha dicho a Díaz que «miró para otro lado cuando se destapó que Sánchez se benefició de los negocios húmedos de su suegro».
JricartAquí Yolanda Díaz, la cuál no es santo de mi devoción. Utiliza de forma provocativa, el argumento de propaganda de las derechas ultras y extremas, a través de sus medios de difusión. Cualquier persona con el conocimiento suficiente, sabe perfectamente que es lo que quiere decir Yolanda Díaz. La ultraderecha siempre quiso ignorantes, gente sin posibilidad de pensar y obedientes. Por eso destruye la educación pública, por eso limita la información y por eso mismo utiliza en pan y circo en todos sus medios de propaganda. A estas personas se las asusta y dirige más fácilmente a través de titulares preparados.