En 2026, las pensiones contributivas en España podrían aumentar alrededor del 2,6 %, según apuntan las estimaciones basadas en la evolución de la inflación.
La clave para determinar esta revalorización será el dato oficial del Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondiente a noviembre de 2025, que se publicará a mediados de diciembre del mismo año. Este indicador se analizará en función de la inflación media acumulada entre diciembre de 2024 y noviembre de 2025, lo que permitirá fijar el porcentaje definitivo de subida.
Según recoge 20minutos, a 30 de septiembre de 2025, los datos oficiales señalan que la inflación anual se mantiene cerca del 2,6 %, lo que condiciona el aumento previsto para las prestaciones contributivas el próximo año. Este incremento supondría que las pensiones máximas experimentarán un repunte ligeramente superior al 2,7 %, gracias a un mecanismo adicional introducido en la última reforma del sistema.
Por otro lado, las pensiones mínimas, las no contributivas y aquellas de viudedad con cargas familiares están previstas para registrar subidas superiores al IPC, con el fin de avanzar hacia los límites establecidos para evitar la pobreza, conforme a la normativa de la Unión Europea, de cara a 2027.
Cuantías y cambios para 2026
Según los datos facilitados por la Seguridad Social y las previsiones oficiales, las cuantías brutas mensuales estimadas de las pensiones para 2026 reflejan estas subidas diferenciadas en función del tipo de prestación.
De esta manera, y de forma estimativa, la jubilación contributiva pasaría de 1.506 euros al mes actualmente a 1.544 euros al mes en 2026. Por otro lado, la pensión mínima (con cónyuge a cargo), pasaría de 1.127 euros al mes a 1.158 euros al mes en 2026.
Es relevante destacar la entrada en vigor de un nuevo sistema dual para el cálculo de la base reguladora, orientado a que los futuros jubilados puedan optar automáticamente por la opción más favorable.
Este cambio se suma a la modificación de la edad ordinaria de jubilación, que se establece en 66 años y 10 meses para quienes tengan menos de 38 años y 3 meses cotizados. Para quienes alcancen o superen ese período de cotización, la edad se mantiene en los 65 años actuales.
Impacto económico y objetivos sociales
La actualización de las pensiones implicará un esfuerzo presupuestario significativo, estimado en más de 6.000 millones de euros adicionales para el año próximo. Paralelamente, se reforzará la revalorización en el grupo de pensiones consideradas mínimas, para acercarlas gradualmente a los estándares comunitarios.
Con este conjunto de medidas, el sistema de pensiones español afronta una etapa marcada por ajustes y mejoras con el objetivo de reducir la pobreza entre las personas mayores y garantizar la sostenibilidad futura.