Con 229 muertos sobre la mesa y una sola dimisión, la de la popular Salomé Pradas por sus desafortunadas declaraciones los días posteriores a la DANA de Valencia, el funeral de Estado por las víctimas de la tragedia discurrió con solemnidad institucional entre insultos al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Tras un año del desastre que anegó Valencia, Mazón ha declarado que «hubo cosas que se pudieron hacer mejor», sin entrar en demasiados detalles.
La polémica es conocida: durante las peores horas de las inundaciones, Carlos Mazón se encontraba reunido en un reservado del restaurante El Ventorro con la periodista Maribel Vilaplana para ofrecerle presentar un programa de televisión. En una carta abierta remitida por la periodista a los medios de comunicación, Vilaplana hizo públicos los detalles de la reunión. Afirmó que llegó al restaurante a las 15:00 horas y salió de allí a las 18:45 horas y que Mazón la acompañó hasta el aparcamiento.
Durante esas horas, con la ciudad inundada, Mazón estuvo ilocalizable. Mazón no estuvo presente en el Cecopi en las horas más críticas, ni cuando se decidía mandar el mensaje de Es-Alert a los valencianos, que se terminó enviando a las 20:11 horas, cuando muchas de las víctimas ya habían fallecido, y a pesar de que ya se había barajado horas antes mandar el aviso.
Transcurrido un año, y tras numerosos cambios de versión sobre lo que hizo ese día, Mazón decidió acudir al funeral de Estado, arropado por el aplauso de los populares. Los familiares de las víctimas, sin embargo, le recibieron con insultos: «asesino» y «sinvergüenza» fueron los más sonados.
La ley valenciana establece prerrogativas para los expresidentes de la Generalitat. Entre ellas, el acceso al Consell Jurídic Consultiu de la Comunitat Valenciana, un órgano de consulta al que recurren tanto el Gobierno central como la administración valenciana. Los exmandatarios pasan entonces a ser miembros de este órgano, sin voto pero con voz, en calidad de consejeros. El sueldo público de este cargo asciende a 75.000 euros brutos al año por un periodo igual al tiempo que hayan ejercido el cargo de presidente, con un mínimo de dos años. El pasado mes de julio, ese plazo se cumplió. La recompensa es mucho mayor si Mazón consigue terminar la legislatura: Mazón podría percibir dicho salario durante quince años. En cualquiera de los dos casos, además, Mazón podrá tener a su disposición dos asesores y un chófer designados por él, un vehículo y un local para instalar su oficina.
RoY que le van a decir al otro que no tiene nada que ver? Infórmate un poco.