El presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé (PSOE), ha anunciado este miércoles, tras conocerse la existencia de denuncias de acoso sexual contra él, su dimisión de ese puesto, pero mantendrá tanto su escaño en el organismo provincial como también la Alcaldía de Monforte de Lemos.
En una rueda de prensa, Tomé ha afirmado que deja su cargo de forma voluntaria, por «responsabilidad» y para facilitar su defensa ante las acusaciones de comentarios inapropiados, de ofrecer ascensos a cambio de relaciones sexuales y de acercamientos no deseados.
Ha hecho hincapié en que ha pedido a su partido la suspensión cautelar de militancia y ha explicado que esta semana dejará la presidencia de la Diputación, que gobiernan en coalición PSOE y BNG, aunque continuará siendo diputado no adscrito.
Respecto a su cargo como alcalde de Monforte de Lemos, ha explicado que lo seguirá siendo también desde el grupo de no adscritos, al que se pasará con todos los concejales socialistas que, asegura, darán el mismo paso que él «voluntariamente».
El PSdeG le exige que entregue su acta de diputado provincial
Tras esa comparecencia, el PSdeG ha exigido al hasta ahora barón provincial que entregue sus actas, además de anunciar que se propondrá a la Ejecutiva Federal el nombramiento de una gestora para el control del partido en la provincia.
La dirección del PSdeG indica en un comunicado que lo que ha hecho Tomé «es lo que tenía que hacer», pero que debe acompañarlo con la renuncia a sus actas.
Tomé solo reconoce «una broma» en un mensaje
En su comparecencia ante los medios, el presidente de la Diputación lucense ha subrayado que «se sabrá la verdad» respecto a las acusaciones de acoso, que ha negado en todo momento.
Ha apuntado además que no va a ser un «estorbo» ni para Pedro Sánchez, ni para el secretario general de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro, ni para la propia organización.
Ha remarcado que su baja es temporal, hasta que se resuelva el expediente, y ha insistido en que no da por terminada su carrera política. También ha avanzado que adoptará las acciones legales que considere oportunas.
Ha negado haber acosado a nadie y solo ha reconocido haber enviado en alguna ocasión «una broma» en un mensaje: «Si se cuenta un chiste puede ser de muchos tipos, pero como acoso sexual seguro que no; acosar, jamás».
Presión tras conocerse las denuncias
Desde que un programa televisivo desveló anoche denuncias de mujeres que lo acusan de diversos comportamientos inapropiados, la presión sobre Tomé se ha disparado.
La portavoz municipal en Lugo, Ana González Abelleira, mostró su apoyo a las presuntas víctimas. En paralelo, la dirección del PSdeG pedía tiempo para un «pronunciamiento contundente».
En el Parlamento gallego, la secretaria de Organización socialista, Lara Méndez, condenó toda violencia o acoso sexual, aunque evitó profundizar.
El BNG, socio del PSOE en la Diputación, marcó una línea clara: su portavoz nacional, Ana Pontón, afirmó que Tomé debía dimitir o ser apartado, mientras que el vicepresidente de la Diputación, Efrén Castro, advirtió que si no abandonaba la presidencia, los nacionalistas romperían el bipartito.
Una larga trayectoria en el PSdeG
Tomé, que ha militado en el PSOE durante cuatro décadas, ha ido escalando posiciones hasta acumular un importante poder institucional y orgánico.