El desalojo por orden judicial de un instituto municipal en la ciudad de Badalona (Cataluña) en el que desde hacía años convivían centenares de inmigrantes ilegales (se calcula que más de 400) y en el que además se produjo incluso la muerte de un joven ha levantado ampollas entre la izquierda de este país. Ione Belarra, líder de Podemos, ha afirmado en su cuenta de X (antes Twitter) sentir «vergüenza absoluta» del «fascista Albiol». El derecho a la vivienda en Cataluña «implosiona por momentos», ha agregado Belarra, quien ha destacado que ahora hay 400 personas «vulnerables» que «no tienen dónde ir».
Irene Montero, eurodiputada de Podemos, ha expresado en su Twitter que «estos 400 desahucios de personas vulnerables sin alternativa habitacional son una grave vulneración de Derechos Humanos» y ha ido más allá insultando al alcalde de Badalona llamándolo directamente «criminal y si la Generalitat y el Gobierno no hacen nada, en cómplices. Ni casas sin gente ni gente sin casas».
El desalojo también ha estado presente en el debate político en el Parlament este miércoles, donde el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha defendido que la ejecución se ha llevado a cabo para cumplir con la ley y la orden judicial dictada, si bien ha llamado a procurar «atender a todos los que hay que atender».
En ese sentido, la consellera de Derechos Sociales, Mònica Martínez Bravo, ha señalado que «se han hecho gestiones previamente para derivar los casos de más extrema vulnerabilidad hacia unos recursos adecuados», un grupo que ha cifrado en 59 personas.
Por su parte, el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, ha tildado de «deplorable» que el alcalde de Badalona «no conozca» sus propias competencias municipales en materia social para atender a las personas desalojadas de un instituto.