La remolacha, una raíz tuberosa aparentemente simple, es en realidad un superalimento con una amplia gama de beneficios para la salud y el rendimiento físico. Desde aumentar la resistencia y mejorar el flujo sanguíneo hasta equilibrar el microbioma oral, esta verdura ofrece numerosos motivos para incluirla en tu dieta regularmente.
Uno de los componentes clave de la remolacha son las betalaínas, pigmentos naturales con poderosos efectos antioxidantes que pueden ayudar a combatir el cáncer de colon, entre otros beneficios. Además, la remolacha es excepcionalmente rica en nitratos, que pueden convertirse en óxido nítrico en el cuerpo, una molécula que mejora el flujo sanguíneo y puede tener efectos positivos en la salud cardiovascular y la función eréctil.
Estudios han demostrado que el consumo regular de remolacha puede ayudar a reducir la presión arterial, mejorar la función cerebral y aumentar el rendimiento físico durante el ejercicio. Además, la remolacha puede tener efectos positivos en el microbioma oral, promoviendo bacterias beneficiosas y reduciendo el riesgo de enfermedades e inflamación.
Para obtener los máximos beneficios, se recomienda consumir dos o tres remolachas medianas o una dosis de jugo de remolacha por día. Es importante tener en cuenta que el método de preparación puede afectar el contenido de nitratos de la remolacha; cocinarlas en agua puede hacer que los nitratos se filtren al líquido de cocción, por lo que consumirlas crudas, asadas o en forma de jugo puede ser la mejor opción para obtener todos los beneficios.