Volantazos, cambios de sentido repentinos al observar un hueco libre entre dos coches o acceder a zonas más intrincadas de la carretera de Cala d’Hort.
Decenas de vehículos buscan desesperadamente un lugar donde aparcar, y todos quieren estacionar su coche lo más próximo a la entrada del mirador de es Verdrà, aunque eso suponga dar infinitas vueltas, colarse en zonas de matorrales y pequeñas explanadas o dejar el vehículo ilegalmente al costado de la carretera junto a señales de prohibido estacionar y parar.
Sin ir más lejos, una hilera de coche apilados – muchos de ellos de alquiler – estaban a escasos centímetros de una de las señales de atención que informa sobre controles de tráfico. «Hemos terminado aparcando en plena carretera porque, después de dar muchas vueltas por la zona, no encontrábamos ningún hueco», destaca Elisa junto a su amiga Laura, dos turistas procedentes de Alicante que han viajado a Ibiza para disfrutar de la isla en Semana Santa. En este sentido, relatan su odisea para estacionar el vehículo: «Hemos dado innumerables vueltas y nos hemos perdido con el coche. Hemos intentado aparcar dentro de la playa, pero no se ha podido y hemos vuelto a la vía», afirma Laura, lamentando que durante esta aventura creen que se ha pinchado una rueda del vehículo al querer aparcar en una zona con matorrales. «Finalmente, hemos estacionado en medio de la carretera para poder llegar a tiempo a la puesta de sol en el mirador de es Vedrà», agrega, haciendo hincapié en que esta actividad era un plan que estaba dentro de su agenda. En esta misma línea, precisan que es «una pena que para ver un sitio tan bonito en Ibiza no exista un lugar habilitado con aparcamientos».
«Hemos estado unos 20 minutos buscando un hueco en la zona; hemos arañado la carrocería, hemos golpeado los bajos del coche y creemos que hemos pinchado una rueda y, todo, para tener que dejarlo en medio de la vía», lamentan ambas jóvenes que, además, después de tanto tiempo intentando estacionar su vehículo, estuvieron cerca de perderse la puesta de sol.
«Hemos tenido que ir corriendo para llegar al atardecer. Sin embargo, pese a todo, la experiencia ha sido muy bonita y ha valido la pena», señalan.
En esta misma línea se mostraron Raúl y Mateo, dos jóvenes de Valencia que han aprovechado las vacaciones de Semana Santa para visitar la isla.
Ambos se han desplazado a Ibiza con su coche en ferry. «Es la primera vez que venimos; no sabíamos que era una zona de aparcamiento prohibido y hemos salido con el tiempo justo para ver la puesta de sol», afirman, justificando que tuvieron que estacionar el coche en medio de la carretera porque «iban con mucha prisa».
Cierre de accesos
También se muestran sorprendidos al observar el cierre de los accesos y el corte de los caminos con grandes piedras. Un bloqueo que llevaron a cabo los dueños de los terrenos del mirador de es Vedrà en febrero en un intento por frenar el turismo excesivo en esta zona y en la carretera de Cala d’Hort y evitar la presión turística que se vive cada año en este enclave emblemático de Ibiza.
Un cierre que contempla los dos caminos que conducen al mirador de s’Era des Mataret y también el aparcamiento que había en este mirador, así como el acceso al segundo aparcamiento que se había habilitado hace pocos años, situado más cerca de la playa.
«Sabíamos, a través de las redes sociales, que este mirador se masificaba, pero no éramos conscientes de este cierre», apuntan, junto a decenas de visitantes que también disfrutaron de esta puesta de sol en s’Era des Mataret. En total, decenas de personas vivieron de forma tranquila este atardecer en plena Semana Santa en este icónico lugar.
También, varios turistas optaron por disfrutar de estas vistas a pie de playa donde, muy cerca de los locales, habían dejado apilados sus vehículos e incluso algunos de ellos no podían salir de la zona porque otros coches impedían el tráfico.
Hay que destacar que, a las puertas de la temporada turística, el caos de coches mal estacionados en la carretera de Cala d’Hort continúa. No es de extrañar que residentes locales y los dueños de los terrenos exigieran medidas más efectivas por parte del Ayuntamiento de Sant Josep para evitar que este colapso aumentara de cara al verano porque, tal como se observa, a pesar del cierre total del acceso al mirador, los turistas siguen llegando hasta el acantilado aparcando sus vehículos de cualquier forma porque su único objetivo, como indican Laura y Elisa, es poder disfrutar de este atardecer.
Cabe recodar que desde la propiedad llevan años reclamando al Consistorio medidas efectivas, entre ellas, la de delimitar dos caminos únicos para acceder a sa Pedrera y sa Torres des Savinar, así como la delimitación de s’Era des Mataret.
No obstante, las actuaciones no llegan y, por ello, los afectados alertaron de que este verano «el caos en la carretera será peor que nunca», pese al cierre de los accesos.
El Ayuntamiento de Sant Josep autorizó este cierre del acceso al principal aparcamiento de Cala d’Hort y desde el cual se puede llegar a s’Era des Mataret, el mirador de los islotes de es Vedrà y es Vedranell. Además, también anunció nuevas medidas para evitar el colapso de la carretera de Cala d’Hort e informó sobre el refuerzo de la vigilancia mediante patrullas policiales y un sistema de cámaras que registrará automáticamente las matrículas de los vehículos mal estacionados con multas por aparcar en la carretera de Cala d’Hort que alcanzarán los 3.000 euros. No obstante, se prevé que esta medida no se pondrá en marcha hasta el verano próximo.
Gatobardo 1👏👏👏👏 me "arrancaste" la primera carcajada del día!!!