En el mundo de las dietas y la salud cardiovascular, un nuevo protagonista ha emergido de las cocinas españolas: la margarina. A menudo promocionada como una alternativa más saludable a la mantequilla, los expertos ahora advierten sobre sus riesgos ocultos y su potencial impacto negativo en la salud del cerebro.
El cerebro, a menudo pasado por alto cuando se trata de cambios en la dieta, es un órgano que se beneficia enormemente de una alimentación saludable. Según los expertos, una dieta cardiosaludable no solo protege el corazón, sino que también puede prevenir accidentes cerebrovasculares y promover la salud cerebral.
El neurólogo Shae Datta, del NYU Langone Concussion Center, ha destacado la conexión entre las grasas trans presentes en la margarina y el riesgo de accidentes cerebrovasculares y demencia. Aunque la margarina se ha promocionado como una opción más saludable debido a su origen vegetal, el proceso de solidificación de estas grasas las convierte en una opción poco saludable.
«Las grasas trans presentes en la margarina pueden desequilibrar los niveles de colesterol, aumentando el colesterol LDL 'malo' y disminuyendo el HDL 'bueno', lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares», explica Datta.
Estudios han demostrado que los adultos mayores con niveles elevados de ácido elaídico en sangre, un tipo de grasa trans común, son más propensos a desarrollar demencia. Por lo tanto, los expertos instan a optar por alternativas más saludables como el aceite de oliva y la mantequilla tradicional.
En un país donde el aceite de oliva es una parte fundamental de la dieta, es crucial que los consumidores estén al tanto de los riesgos potenciales de la margarina y opten por alternativas más saludables para proteger tanto su corazón como su cerebro.