La salud bucal es fundamental no solo para mantener una sonrisa bonita, sino también para la salud general del cuerpo, incluyendo los pulmones. Investigaciones recientes han comenzado a iluminar cómo las infecciones dentales como las caries pueden tener un impacto directo en la salud respiratoria, estableciendo un vínculo claro entre la boca y los pulmones, conocido como el eje oral-pulmonar. Las caries dentales son infecciones causadas por bacterias que descomponen los azúcares en la boca, produciendo ácidos que erosionan el esmalte dental. Si no se tratan, estas pueden llevar a infecciones más serias que incluso pueden extenderse más allá de la boca. Un aspecto menos conocido, pero igualmente crítico, de las caries es su capacidad para influir en la salud respiratoria.
La explicación detrás de este fenómeno radica en el proceso de microaspiración, donde pequeñas gotas provenientes de la boca pueden ser aspiradas hacia los pulmones. Esto puede transportar bacterias nocivas desde la boca a los pulmones, potencialmente causando infecciones respiratorias. En efecto, el microbioma oral y pulmonar muestra grandes similitudes, especialmente en individuos sanos, lo que sugiere que la migración de bacterias a través de la microaspiración es un evento común. Estudios han demostrado que una mala salud bucal está asociada con un aumento en la prevalencia de enfermedades pulmonares como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la neumonía. La inflamación y las infecciones en la boca pueden exacerbar estas condiciones respiratorias, especialmente en pacientes con sistemas inmunes comprometidos o en aquellos que ya sufren de enfermedades respiratorias crónicas.
Por ejemplo, la disbiosis oral, un desbalance en la microbiota de la boca, se ha implicado en una variedad de enfermedades pulmonares. Las investigaciones sugieren que las bacterias orales no solo influyen en la composición del microbioma pulmonar, sino que también pueden desencadenar respuestas inmunológicas que agravan o potencialmente inician enfermedades pulmonares. Dada la conexión entre la salud bucal y pulmonar, es vital adoptar prácticas de higiene dental rigurosas. Esto incluye cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental diariamente y realizar visitas regulares al dentista para detectar y tratar caries u otras enfermedades bucales antes de que puedan convertirse en un problema mayor.
Además, para personas con condiciones respiratorias existentes o aquellas en alto riesgo de infecciones pulmonares, puede ser especialmente importante mantener una excelente salud bucal como parte de un enfoque integral para manejar su salud respiratoria. Mientras que las caries pueden parecer un problema menor limitado a la boca, su impacto potencial en la salud pulmonar es significativo y merece mayor atención dentro de los enfoques preventivos y terapéuticos en la medicina general y respiratoria. La evidencia actual apoya la idea de que una boca sana es un paso crucial hacia unos pulmones sanos, subrayando la importancia de la higiene oral no solo para la salud dental, sino para el bienestar general.