El romero es una planta aromática de vertiente mediterránea que lleva utilizándose desde la Antigüedad, con registros de sus muchos usos ya en el Antiguo Egipto. Además de enfocarse en el ámbito culinario o el ornamental, así como la cultura funeraria de algunas culturas, el romero tiene numerosas aptitudes terapéuticas y medicinales desconocidas hasta hace poco y que podrían aliviar algunas de las enfermedades y patologías más extendidas en el mundo occidental.
Esta planta aromática, tan presente en las Baleares, tiene propiedades que ayudan a prevenir alteraciones neurológicas que puedan provocar pérdidas de memoria o de concentración. Según un reciente estudio, consumir un gramo de romero al día mejora la capacidad de concentración de manera significa ya en personas jóvenes y estudiantes, por lo que sus beneficios a largo plazo podrían ser exponenciales.
Asimismo, trastornos tan presentes en la sociedad como la depresión o la ansiedad pueden ser combatidos con la ingesta de romero en la cantidad anteriormente mencionada. Se ha estudiado que la planta aromática mejora el estado anímico de las personas además de proporcionar relajación.
Por último, el romero también sirve para mejorar la circulación sanguínea, rebajando así la hipertensión. Es un componente que a largo plazo ayuda a prevenir las subidas de presión arterial.