Harvard asegura que comer chocolate es bueno para la salud. Así lo ha confirmad la prestigiosa universidad estadounidense que ha publicado recientemente en The BMJ, un estudio de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan en el que asocian un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 con el consumo de chocolate. Eso sí, no vale cualquier tipo de chocolate.
Según los resultados del estudio, éste sugiere que no todos los chocolates son iguales. En este sentido, se explica la importancia de saber elegir y tener en cuenta que el chocolate negro es más saludable que el chocolate con leche.
Cerca de 200.000 personas adultas, que al inicio del estudio no padecían diabetes, participaron en esta investigación que duró 30 años. Una vez finalizado los expertos descubrieron que quienes consumían al menos 10 gramos de cualquier tipo de chocolate a la semana tenían un riesgo menor al 10 %de padecer diabetes tipo 2 en comparación con los que nunca o rara vez consumían chocolate.
Sin embargo, el impacto del chocolate negro fue aún mayor. En el estudio se explica que los participantes que consumían al menos cinco porciones de este chocolate a la semana mostraban un 21 % menos de riesgo de diabetes. Los expertos también observaron una reducción del riesgo del 3 % por cada porción de chocolate negro consumida a la semana.
Chocolate con leche
El consumo de chocolate con leche no se asoció a una reducción del riesgo pero sí con un aumento de peso a largo plazo, lo que puede contribuir al desarrollo de la diabetes, y que no se constató con el chocolate negro.
Según explican los investigadores, «aunque el chocolate negro y el chocolate con leche tienen niveles similares de calorías y grasas saturadas, parece que los ricos polifenoles del chocolate negro podrían contrarrestar los efectos de las grasas saturadas y el azúcar en el aumento de peso y la diabetes».
El superalimento
Un estudio publicado en BMC Chemistry confirma que el chocolate con un porcentaje superior al 85 % de cacao cuenta con un elemento diferencial que es su poder antioxidante, gracias a su alto contenido en flavanoles y polifenoles. En este sentido, algunas investigaciones han certificado su capacidad para reducir el riesgo de enfermedad coronaria, ayudar a controlar la tensión arterial e incluso a mejorar la función cognitiva.