No debe de ser agradable pasar una noche en el calabozo estando totalmente ebrio, pero para algunos puede ser mejor para su propia integridad pasar unas horas en un espacio controlado que vagando por las calles o cometiendo según qué imprudencia.
Sin embargo la celda no está libre de 'peligros'. Y si no que se lo pregunten a este ciudadano chino, arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol, cuya cabeza quedó atrapada entre dos barrotes de acero.
La escena quedó inmortalizada en un vídeo que se puede visualizar en Youtube. En él se ve al hombre esposado y atrapado con las barras apretándole el cuello; el momento en el que introduce la cabeza no está disponible.
Los policías intentan liberarlo tirando de los barrotes con fuerza, pero el hombre es incapaz de aprovechar el leve espacio para liberarse. Por ello llora angustiado implorando a los agentes que hagan algo que surta efecto.
Finalmente, un tercero interviene y aprovecha el movimiento de sus compañeros para empujar hacia atrás la cabeza del reo y permitirle respirar aliviado.