Las ocupaciones ilegales en España han aumentado tras la situación de dificultad económica que se vive en la actualidad. Estas ocupaciones suponen un problema para los propietarios y los vecinos del edificio, agravado por la dificultad para echar a los okupas de forma rápida y eficaz.
La situación para poder echar a los okupas de forma inmediata es difícil de conseguir, ya que los la Policía solamente puede entrar en la vivienda ocupada sin orden judicial, por allanamiento de morada, siempre que no hayan pasado más de 48 horas y se aporten pruebas del delito de allanamiento.
Si ningún vecino alerta, no hay cámaras de seguridad y la propia Policía no presencia los hechos, las posibilidades de que los okupas puedan ser desalojados inmediatamente son nulas.
De este modo, los drones supondrían una buena forma de prevenir e informar sobre posibles okupaciones. Desde el Ajuntament de Badalona, el primero en incorporar esta medida durante el mes de agosto, informan de las ventajas de implantar drones para este fin.
Los drones implantados consisten en un tipo de vehículo aéreo no tripulado y reutilizable, gobernado por control remoto o por un programa de vuelo, que ayudará a los agentes de la Guardia Urbana en sus tareas de control para evitar ocupaciones ilegales.
El dron, que tiene una autonomía de 25 minutos y puede recorrer una distancia de 5 kilómetros, permite controlar la ciudad desde el aire. Para esta tarea, el dron tiene incorporado una cámara termográfica, una cámara nocturna, y un altavoz que permite enviar mensajes a la ciudadanía.
Así se podrían evitar las ocupaciones en una de las zonas más afectadas por este tipo de delito, ya que Cataluña se sitúa como la comunidad donde más ocupaciones ilegales de inmuebles se producen.
Además el dron también podrá usarse para el rescate de personas desaparecidas, el control de aforo en las playas o para controles del tráfico, entre otros usos.