La miopía es un problema que "se estima que ya afecta a un 20% de la población menos de 18 años", según afirma César Villa (PhD en Optometría y vocal de la Sociedad Española de Optometría). A medida que los niños crecen, esta condición empeora, aunque las revisiones anuales pueden ser de gran ayuda para disminuir la progresión de la miopía en niños descontrolada.
Cuando la miopía aparece, una de las primeras señales de alarma es que los niños se quejan de no ver bien la pizarra en la escuela. Después, comienzan a tener problemas para identificar a personas por la calle. Afortunadamente, se puede intervenir la miopía a tiempo para frenar su evolución.
La Atropina Tópica Oftálmica es un medicamento en forma de gotas para los ojos que actúa en el iris. Se usa como midriático y ciclopléjico, según indica la Asociación Española de Pediatría (AEPED), sin embargo, en dosis muy bajas puede tener efectos positivos para disminuir la progresión de la miopía en niños.
No obstante, esta intervención todavía necesita de muchos más estudios para que pueda corroborarse su eficacia. Es por esto por lo que todavía son pocos los profesionales optometristas que aconsejan su uso. Aunque, los resultados que se han obtenido de diferentes investigaciones son alentadores.
Otra alternativa novedosa para disminuir la progresión de la miopía en niños es el uso de las lentillas MiSight. Tanto la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) como la Unión Europea reconocieron que estas lentillas pueden frenar la progresión de este problema ocular con una tasa de éxito del 59%.
Además, estas lentillas no solo ayudan a frenar el desarrollo de la miopía en niños, sino que también logran solucionar el desequilibrio visual. Esto se consigue gracias a que se corrige el error de refracción y que la luz se enfoca a la parte posterior de los ojos (la retina). Pues, el problema de la miopía es que "la luz se enfoca delante de la retina" como indica el Instituto Nacional del Ojo (NIH).
Además de las intervenciones anteriores para disminuir la progresión de la miopía en niños, así como el uso de gafas que les permitan ver bien y no forzar la vista (algo que empeoraría este problema), es importante adoptar determinados hábitos para aprender detener la progresión de la miopía.
No utilizar dispositivos ni leer libros en lugares que no tengan la luz suficiente, controlar el tiempo de exposición a las pantallas y elegir gafas que protejan la vista de los móviles o tabletas es importante. Asimismo, hacer ejercicios para descansar la vista tras estar en el ordenador haciendo un trabajo del colegio puede venir muy bien para controlar la miopía de los niños.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también aconseja que los niños pasen más tiempo fuera de casa. Pues, «el aumento del tiempo que se pasa en espacios interiores y de las actividades que implican una visión de cerca» aumenta el riesgo de miopía. Con unos buenos hábitos e interviniendo este problema ocular a tiempo, los más pequeños podrán evitar que su miopía se siga desarrollando y afectando a su calidad de vida.