Carlos Sarriá, conocido como Charlie, era un joven alicantino de 20 años que se presentaba al mundo como «un chaval normal, pero con cáncer». Hace cuatro años que se encontraba en proceso de recuperación de la metástasis, por la que finalmente falleció el 22 de agosto. Contaba con más de 12 millones de seguidores en TikTok y se había convertido en un referente gracias a su optimista manera de afrontar la enfermedad, mostrando sin rodeos ni prejuicios cómo es el día a día de los jóvenes pacientes.
Inicialmente, con tan solo 13 años, le detectaron un sarcoma de Ewing, posteriormente sufrió varias recaídas. La última el 1 de agosto, cuando el joven aseguró haberlas pasado «muy, muy, muy canutas» al tener «un dolor de tripa increíblemente grande». Por lo cual, se encontraba ingresado en el hospital aunque se mantenía en contacto con sus 72.000 seguidores en Instagram. Donde dejó preparada una publicación de despedida bajo la cual escribió su última frase de ánimo: «su fuerza está en quien lo haya entendido».
Las redes sociales se convirtieron en un gran apoyo para Charlie. Del mismo modo, él también se mostraba agradecido por los mensajes de ánimo que le enviaban los miles de usuarios de su comunidad. Además, el joven estaba rodeado de sus seres queridos, entre los que se encontraba su novia, Nerea, quien le acompañaba al hospital. Ella también ha agradecido los mensajes de apoyo tras la noticia, por parte de sus seguidores y compañeros de profesión como Luc Loren o Laura Escanes que expresaban su pesar.