Jennifer McBride ha demandado a Lady Gaga por no haberle pagado la recompensa de medio millón de dólares que la famosa cantante había prometido tras el secuestro de dos de sus tres bulldogs francés.
Dos meses después de que McBride entregó los perros a Gaga el caso dio un giro inesperado. Entre los tres sospechosos de haber secuestrado los perros se encontraba una mujer que «había ayudado» a cometer el delito; aunque su abogado defiende que es «una mujer que ama a los perros» y que no tuvo «ninguna participación en el robo».
Ante esto, Lady gaga se negó a pagar la recompensa porque «La demandante Jennifer McBride busca sacar provecho de su participación en un delito. La ley no permite que una persona cometa un delito y luego se beneficie de él».
El próximo 10 de julio una audiencia resolverá si desestima la acusación.