Los servicios de transporte aéreo no convencionales serán una realidad a partir de 2024, cuando entrará en vigor la normativa europea que permitirá volar al centenar de prototipos eléctricos que se han desarrollado con el objetivo de descongestionar el tráfico de las ciudades y contribuir a un modelo más sostenible.
El desarrollo de estas tecnologías se realizará por fases, según explica a EFE la directora de aviación de la empresa aeronáutica Aertec, Ana Pérez: «Primero, desarrollar los transportes autónomos de cargas, que ya se han probado con éxito en EEUU; luego los de personas con conductor, que llegarán el año que viene a Europa, y por último, el autónomo de personas».
«Al final se necesita de un importante desarrollo tecnológico, que necesita de tiempo para que los pasajeros puedan viajar en un entorno completamente seguro», indica la experta, que espera que antes de 2030 el transporte autónomo de pasajeros sea una realidad en nuestras ciudades.
Alrededor de 300 prototipos diferentes ya están siendo desarrollados en todo el mundo para el transporte de personas, que estarán disponibles para su uso cuando entre en vigor la normativa europea que repartirá el espacio aéreo entre los aviones convencionales y estos drones a finales de este año.
Sin embargo, apunta la experta, esta gran variedad de prototipos resulta un inconveniente a la hora de crear las infraestructuras necesarias: «Si cada modelo tiene distintas formas de carga o especificaciones diferentes supone un reto para las interconexiones entre los vertipuertos». Rápido, seguro y sostenible
Lo que va a hacer que las personas se decanten por este tipo de transportes en detrimento de las formas convencionales de movilidad, sostiene Pérez, es que los drones son mucho más rápidos, seguros y sostenibles.
Este tipo de vehículos utilizarán energía eléctrica para desplazarse, lo que hará que no emitan gases de efecto invernadero, además de reducir la contaminación acústica, al no producir apenas ruido, salvo los que usen rotores similares a los helicópteros convencionales.
El número de personas que viven en las ciudades crece un 3 % anual, lo que congestiona el tráfico dentro de las urbes y dificulta la movilidad en ellas, así que el transporte aéreo se erige en una forma rápida y efectiva de desplazarse, recalca Pérez.
La directora de aviación de Aertec, ingeniería y consultoría internacional especializada en el sector aeroportuario, asegura que la predisposición de los ciudadanos al transporte aéreo eléctrico es «excelente» y que así lo refleja la estadística: el 80 % de los españoles aboga por un mayor impulso a las prácticas de movilidad sostenible.
Los taxis aéreos eléctricos, además, dinamizarán las conexiones entre ciudades cercanas y permitirán reducir a más de la mitad el tiempo empleado para cortos y medios trayectos. Transporte accesible
La directiva de esta empresa malagueña augura que este tipo de desplazamientos serán accesibles para el conjunto de la población en muy pocos años.
Si bien es cierto que en un principio será un privilegio de las personas con alto poder adquisitivo, afirma, la revolución tecnológica hará que su uso se acabe democratizando rápidamente, como sucedió con el coche o el teléfono móvil.
La ciudad de Roma pretende ofrecer el servicio de taxi aéreo a partir de 2024 desde el aeropuerto al centro de la ciudad; París quiere hacer lo propio durante la celebración de los Juegos Olímpicos y, en España, en Zaragoza se está construyendo el primer vertipuerto de la península.