Cuando hace un par de lunes por la mañana Juanfran Peñaranda llegó a su tienda a trabajar se encontró con la sorpresa de que un artista callejero había dejado un grafiti en la facahda de su tienda.
El local ubicado en un barrio de Valencia se llama ‘Goatxa' y se dedica a vender camisetas, tazas, gorras y llaveros personalizados. Ante el disgusto Juanfran vio una oportunidad. Fotografió la firma del grafitero y lo registró. Con el diseño registrado bajo su nombre comenzó a imprimir camisetas a modo de broma,, ya que pensó que el artista tendría que pagar mil euros por hacerse con su marca.
Las camisetas de vendieron como agua en el desierto y ya lleva ganados diez mil euros. Peñaranda ha explicado que la beneficiaria del dinero será su madre, quien cobra una pensión mínima y necesita el dinero.