Amalia, una tuitera estudiando en Países Bajos, ha abierto un hilo que está revolucionando la red social. En el mismo la joven relata sus experiencias sociales en el país de los tulipanes y muchos internautas han dado fe de sus afirmaciones.
La publicación recopila los actos de la «gente más rata que me he encontrado en Holanda y los momentos que me han hecho cortocircuitar totalmente». Por ejemplo, una compañera le pidió un bizum por los 10 céntimos que le dejo para comprar una bolsa.
En otro apartado cuenta que «En el descanso de clase voy a tomarme un café con una compañera, ella se pide un café solo y yo con leche. Paga ella. A la semana siguiente se repite la operación, pago yo. Me pide que le de 30 céntimos porque su café era más barato que el mío en ambas ocasiones. TREINTA CÉNTIMOS».
La cosa no acaba ahí, al parecer en casa de una mujer holandesa le sirvió una copa de vino y, de postre, le dio una galleta y se llevó el paquete para que no comiera más.
En otra ocasión, también en casa de una lugareña, le preguntan si quiere tomar algo, Amalia dice que si tiene una café se lo agradece, y la anfitriona respondió que mejor un té porque las «cápsulas de café son más caras que las bolsitas de té».
Amalia también pasó un tiempo trabajando de camarera y recuerda que un día una pareja «que vino a cenar al sitio donde trabajaba y acabó con una cuenta de 40,75. Querían pagar a medias y acabaron discutiendo porque 0,75 cnt. no se puede dividir entre dos y ninguno de los dos quería ser el que pagara 1-2 cnt. más. Imaginaos mi cara sujetando el datáfono».
Como si todo esto fuera poco, otra usuaria, Annie, aportó su granito de arena a la polémica: «Yo pasé allí gran parte de mi vida y confirmo. Sabes lo de que cobran por entrar a un baño público, no? Pues a mí me cobraron por entrar a mear en el baño de UNA CASA en la que estaba invitada a cenar. Lo mismo, la mujer pidiendo los 2 eurillos como si fuese el Mcdonald's».