Los seres humanos tienden a tener reacciones similares a las del resto cuando sus vidas corren peligro y solo queda confiar en el instinto de supervivencia, aunque estas reglas no se aplican a todos por igual. Es el caso del protagonista de las imágenes del vídeo que aparece sobre estas líneas y es que es el único que mantiene la compostura, a diferente del resto de hombres que se encuentran a su alrededor.
Un hombre entra con un arma de fuego a un bar mientras varios clientes se encuentran en la barra tomando algo y el camarero trabaja como de costumbre. A pesar de no tener acceso al sonido original de estas imágenes, por los movimientos de los hombres que se encontraban en el plano, se puede intuir que el atracador entró al establecimiento pegando un grito por lo que algunos de los clientes comenzaron a agacharse bajo la barra.
En todo momento el hombre de las gafas continuaba con su teléfono móvil y sin mover un solo músculo. El asaltante pasó dentro de la barra en busca de algún botín mientras el único que permanecía sentado en su silla se enciende un cigarro tranquilamente esperando a que todo terminara.