Que la avenida San Agustín es una vía conflictiva no cabe duda por la cantidad de incidencias que se producen en ella, pero no tiene la misma peligrosidad en el tramo central que al principio y al final de la misma.
Me centraré a partir de la rotonda de la calle Albacete, dirección Port des Torrent. En este recorrido se hallan 6 tramos de velocidad a 40, todos ellos asociados a badenes, 4 tramos de 30, dos de ellos asociados a badenes, otro con un giro a la derecha y otro a una rotonda, además de otros tres a 50.
Pero aquí quiero hacer mención especial a la señal de velocidad a 30 ubicada en las inmediaciones de la calle Oviedo, que es la última que hallamos hasta casi el final de la avenida. Se supone que esta señal es la que marca la velocidad permitida hasta pasado el semáforo del hotel Ibiza Pueblo, lo cual es de una incongruencia y falta de sentido común clamorosa, al tratarse de la zona menos peligrosa, con mayor anchura de vía, mejor visibilidad y menos tráfico de vehículos y personas. Para quien no conozca la zona diré que viene a ser como si en la autovía de San Antonio, en el tramo comprendido entre la tienda Es Puig y Sa Casilla, pusiesen una señal de 30 por hora y en Can Guillamó una de 100.
¿Qué lógica tiene que en este trecho se tenga que circular a menor velocidad que, por ejemplo, en la zona del centro de salud, donde existe mayor riesgo al haber más circulación?
No le veo ninguna.
Pues bien, la Policía Local, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, tiene la costumbre de colocar un radar en dicha parte, a sabiendas de lo contradictorio que resulta, pero sin importarles lo más mínimo.
Sólo encuentro dos explicaciones posibles para ello: a) Afán recaudatorio por parte del ayuntamiento, con 40 o 50 millones en la caja del banco. B) Ganas de fastidiar por parte de la Policía Local. No hay más.
Que las señales de tráfico están para ser respetadas no me cabe la menor duda, pero estas deben ser útiles, no trampas.
Y la Policía Local, que es la que mejor conoce las vías del municipio, debería alertar de la incoherencia en lugar de aprovecharse de la circunstancia.
Por todo ello, creo que tanto el Ayuntamiento como la Policía Local harían un mejor servicio a la sociedad colocando una señal de fin de velocidad a 30 u otra a partir de la calle Toledo, en lugar de un radar.