Me dirijo a usted con profunda indignación y desesperación, en nombre de numerosos ciudadanos de la isla de Ibiza que estamos sufriendo una situación insostenible en lo que respecta a la sanidad pública. La realidad que vivimos día a día es una vergüenza que no puede seguir silenciándose por más tiempo.
Las listas de espera para cualquier tipo de intervención quirúrgica han alcanzado límites inaceptables. Pacientes con dolencias que merman su calidad de vida, e incluso su salud, se ven obligados a aguardar meses, incluso años, para recibir la atención que necesitan con urgencia. Esta demora constante genera angustia, dolor y un deterioro progresivo de nuestra salud.
Pero la situación se agrava aún más con la intolerable práctica de «pasarse la pelota» entre centros hospitalarios. Es inaceptable que se nos derive de un centro a otro, como es el caso de los pacientes de Can Misses a la Clínica Vilas, con la excusa de la falta de fondos y el incumplimiento del convenio establecido entre ambos. Quienes hemos sido derivados a la Clínica Vilas nos encontramos ahora en una suerte de limbo, en tierra de nadie. La ruptura del convenio entre los centros nos ha dejado sin información clara, sin plazos definidos y con la incertidumbre constante sobre cuándo podremos recibir la atención que se nos prometió. Aquí estamos, esperando respuestas que no llegan, mientras nuestra salud se resiente y nuestra paciencia se agota.
Esta situación no solo es una falta de respeto hacia los pacientes, sino una grave negligencia por parte de las autoridades sanitarias. Es incomprensible que se prioricen disputas económicas o administrativas por encima del bienestar y la salud de los ciudadanos de Ibiza. Exigimos una solución inmediata a este conflicto y una gestión eficiente de los recursos para garantizar una sanidad digna y accesible para todos.
Hacemos un llamamiento público a las autoridades competentes para que tomen cartas en el asunto con la urgencia que la situación requiere. No podemos seguir siendo rehenes de una burocracia insensible y de una falta de previsión que está teniendo consecuencias devastadoras en la vida de muchos ibicencos.
Esperando que esta denuncia pública sirva para despertar conciencias y generar la acción necesaria, les saludo atentamente.