Cuando apenas falta una semana para las elecciones del 24-M, la secuencia de encuestas realizadas por el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES) augura un cambio radical del panorama político en las principales insituciones de Balears. La entrada de nuevas formaciones con una fuerza inusitada en los segmentos ideológicos de la derecha y la izquierda –Ciudadanos y Podemos, respectivamente–, la pérdida de la hegemonía en cada uno de sus respectivos bloques del PP y del PSOE junto con la atomización del voto, que imposibilita la obtención de mayorías absolutas, serán elementos definitorios de la próxima legislatura. Los ciudadanos imponen, en definitiva, otra forma de hacer política en las Islas dando entrada al diálogo, el pacto y el consenso.
Incertidumbre en el Govern. A tenor del sondeo del IBES, la primera institución de Balears, el Govern, no tiene definida la nueva orientación. Los resultados del trabajo demoscópico dan, cuando faltan siete días para las elecciones, un equilibrio muy ajustado entre las grandes corrientes ideológicas enfrentadas. Esta nueva circunstancia podría otorgar un papel decisivo a los partidos minoritarios, generar alianzas que modifiquen el actual panorama institucional o que, en todo caso, condicionen de manera sustancial la acción de gobierno durante los próximos cuatro años. Estamos, pues, ante un nuevo ciclo si los ciudadanos confirman el resultado de las encuestas.
Políticas diferentes. De lo que no cabe duda es que el electorado balear apuesta, con independencia de su posición ideológica, por un espectro político diferente al de los últimos años con la incorporación de grupos de muy reciente creación aupados desde los medios estatales cuyos líderes, justo es admitirlo, han logrado calar un mensaje en amplios sectores de la sociedad deseosa de cambios en la forma y el fondo de la gestión pública. El próximo domingo, los ciudadanos de las Islas tienen la palabra y su decisión será inapelable.