Este periódico publica hoy un amplio reportaje que demuestra con imágenes el modus operandi de los ‘piratas' del taxi. Dos periodistas de este medio hicieron algo tan sencillo como ir al aeropuerto de Eivissa a primera hora de la mañana y en la misma puerta se encontraron con un grupo de ‘piratas' que ofrecían sus servicios a los turistas que llegaban a la isla. Tras pactar el precio, ‘taxistas' y clientes se dirigían hasta el parking, donde el ‘pirata' pagaba el ticket. Posteriormente, conductor y turistas se dirigían hasta el vehículo. Esta escena se repitió durante buena parte de la mañana entre la indignación de los taxistas que sí tienen licencia para poder trabajar en la isla.
Frustración. Debe de resultar muy frustrante para los taxistas legales tener que ver cada mañana cómo unos intrusos consiguen hacer negocio por la falta de control de la administración competente. Los ‘piratas' no se esconden detrás de ningún seto ni tampoco se camuflan entre los turistas. Se instalan en la puerta del aeropuerto y ofrecen sus servicios. Así de sencillo y, a la vez, así de indignante. Pese a las denuncias de los taxistas legales, la situación se repite día a día, mañana tras mañana, sin que nadie parezca capaz de encontrar una solución al problema. Al margen de que la actividad es ilegal y perjudica a todos aquellos conductores con licencia, ¿qué imagen supone para la isla que unos individuos, de forma impune, puedan hacer negocio gracias a una actividad ilegal?
Más mecanismos. Eivissa tiene varios problemas muy graves y uno de ellos es el intrusismo que existe en el sector del transporte. Hace falta una regulación en profundidad, más controles, y que los policías tengan los mecanismos necesarios para poder actuar ante esta impune acción de los ‘piratas'. Los agentes conocen perfectamente quiénes se dedican a robar clientes a los taxistas legales, pero no pueden hacer nada. Al igual que el desbarajuste que hay con las viviendas vacacionales, Eivissa debe actuar con firmeza y no parece que este asunto preocupe demasiado a los actuales inquilinos del Consell d'Eivissa. Durante el pasado verano sí se interceptaron vehículos que transportaban turistas de manera irregular, pero este verano la situación se ha agravado precisamente porque parece que no se hace nada desde la administración. Y hacen falta medidas urgentes.