El mercado inmobiliario de Balears está logrando una importante reactivación de la mano de los inversores extranjeros, los cuales están aprovechando las ventajas de una oferta abundante y a precios muy ventajosos. El segmento de la vivienda de lujo está siendo el más beneficiado de esta inusitado interés por las Islas, vuelve a vivir una época dorada gracias, en buena medida, de la elevada cotización de algunas divisas europeas –en especial la corona sueca y la libra esterlina–. El importante volumen de las operaciones de compraventa cerradas durante lo que llevamos de ejercicio de 2015, alrededor de mil millones de euros, ha generado una importante inyección financiera para las arcas autonómicas por la vía de ingresos tributarios; más de 80 millones de euros.
Un destino seguro. Balears nunca ha dejado de estar en el punto de mira del inversor extranjero –lo hace desde la década de los años sesenta del pasado siglo–, asociado el desarrollo turístico se ha generado una oferta inmobiliaria –en especial de segundas residencias– que ha despertado interés en los países con las economías europeas más dinámicas. Hace unos años fue el masivo desembarco desde Alemania, ahora lo vuelve a ser de Gran Bretaña y Suecia. Unos precios de viviendas y terrenos a la baja, lastrados todavía por la crisis de los últimos años, un cambio de sus divisas nacionales muy ventajoso respecto al euro y, sin duda, una coyuntura internacional que revaloriza la seguridad de nuestra posición en el Mediterráneo son valores que influyen en este nuevo flujo inversor.
Lujo y respeto. Esta, por el momento, masiva llegada de capitales alimenta la oferta inmobiliaria más selecta que, además, se caracteriza por un enorme respeto a las exigencias de la planificación urbanística vigente se convierte en un importante motor de multitud de empresas locales. La adaptación a esta demanda que se ha logrado es un atractivo añadido para estos nuevos vecinos de las Islas.