El Ayuntamiento de Eivissa inició el pasado mes de octubre el ambicioso proyecto de peatonalizar Vara de Rey y la Plaza del Parque, unas obras cuyo plazo de ejecución es de seis meses. Es decir, el centro de Vila habrá cambiado de imagen cuando arranque la próxima temporada turística. Las peatonalizaciones siempre generan al principio un cierto rechazo, sobre todo cuando se eliminan plazas de aparcamiento y se propone como solución los párquines disuasorios. Sin embargo, a nivel comercial las peatonalizaciones de calles suelen resultar beneficiosas a medio y largo plazo.
Menos ventas. Tradicionalmente, la época de Navidad es buena para el comercio y la hostelería. Sin embargo, este año es bien diferente en el centro de Vila y sus calles aledañas. Dos meses después del inicio de las obras, los comerciantes no sólo de Vara de Rey sino de las calles cercanas, como Bartomeu Vicent Ramon, viven unas «amargas» Navidades como ellos mismos comentan ya que hay comercios que han visto disminuir sus ventas hasta un 70%. Muchos establecimientos han decidido cerrar y quienes se mantienen abiertos han reducido considerablemente sus plantillas. Una Navidad, por tanto, también mala para el empleo.
Soluciones y ayudas. El Ayuntamiento de Eivissa ha previsto el año que viene rebajar un 50% la tasa de basuras a los comerciantes afectados por las obras para compensarlos por las molestias. Una ayuda que, sin duda, es importante, pero para muchos empresarios de la zona este incentivo resulta insuficiente ya que se deben seguir pagando alquileres, hipotecas de locales y consumos de luz y agua, por ejemplo, pese a que se reduzca la actividad o los negocios estén cerrados. Vila debe valorar otras bonificaciones o ayudas para compensar los seis meses, si se cumplen los plazos previstos y no hay demoras, que estos negocios están aguantando las obras de peatonalización de Vara de Rey y la Plaza del Parque. Un aplauso para todas aquellas obras que mejoran la ciudad, pero sin olvidar a los comercios y negocios que dan vida a Vila todo el año.