La secretaria general del PSIB y presidenta del Govern, Francina Armengol, fue una de las voces más críticas del Comité Federal del PSOE celebrado ayer en Madrid. La dirigente balear, protagonizó, al parecer, una de las intervenciones más duras ante la cúpula socialista en una reunión que acordó las fechas para la elección de su próximo secretario general y congreso federal, fijadas para los meses de mayo y junio, respectivamente. La posición de Armengol fue coherente con sus postulados divergentes con la actual gestora del partido, entre otras razones porque ella siempre ha defendido cerrar cuanto antes la etapa de provisionalidad en la que se encuentra inmerso el PSOE tras la dimisión de su anterior secretario general, Pedro Sánchez.
Una brecha abierta. Desde la marcha de Sánchez hay una amplia brecha abierta entre el PSIB de Francina Armengol y el PSOE, la concepción estratégica y de modelo de Estado tienen pocos elementos en común. Ayer mismo, a la salida del Comité Federal, la política balear insistía en la necesidad de un giro a la izquierda del PSOE y la asunción del federalismo como organización política de España; un paso más hacia la descentralización que suponen las autonomías. Hay que admitir que, al menos de momento, las tesis que se defienden desde Balears no logran hacer mella en la estructura del PSOE, que se mantiene inamovible a pesar de la evidente pérdida de apoyos electorales.
Líder e ideología. El PSOE debe buscar un líder que sea capaz de reunir, de nuevo, las diferentes sensibilidades que conviven en el seno del partido. Al término del Comité Federal se confirmó la opción del vasco Patxi López, mientras que la andaluza Susana Díaz anunció un periplo por las comunidades para calibrar su éxito en el caso de que decida postularse como nueva secretaria general. El PSIB ve, en apariencia, con distancia este proceso a la espera de que se aclare el rumbo que toma el PSOE para el futuro.