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Editorial

Malgasto en la Comisión de las autovías de Ibiza

Ibiza |

La Comisión de investigación de las autovías de Ibiza que se puso en marcha en el Parlament balear hace un año y medio ha tenido un coste para las arcas de la Comunitat de más de 33.000 euros. La mayoría de estos costes proceden de los gastos por la compra de billetes de avión, noches de hotel y manutención de los 13 diputados autonómicos que formaron parte de esta comisión parlamentaria, entre ellos cinco diputados de Ibiza y la formenterense Sílvia Tur, casi la mitad.

Comisión de investigación inútil.
En las 52 sesiones que se llevaron a cabo entre los nueve meses que duró la comisión de investigación, más de una cuarentena de personas fueron interrogadas por los parlamentarios que intentaron aportar algo más de luz a un asunto al que la Fiscalía de Ibiza ya había dado carpetazo años atrás sin que se hallara ninguna irregularidad punible en la contratación y la polémica construcción de estas carreteras, que provocaron la caída del equipo de gobierno del Partido Popular en el Consell d'Eivissa en las elecciones de 2007. Por la Sala Verde del Parlament balear desfilaron el expresidente balear Jaume Matas, el empresario Abel Matutes o la ahora consellera de Cultura, Fanny Tur, que por aquel entonces se convirtió en una de las caras más visibles del movimiento antiautopista. Las declaraciones de los comparecientes desembocaron en unas conclusiones elaboradas por los grupos parlamentarios de izquierdas que el Parlament hizo llegar a las diferentes fiscalías por si creían oportuno presentar alguna denuncia sobre los presuntos actos delictivos que los diputados habían hallado durante la comisión. No fue así y la Fiscalía, tanto la de Ibiza como Anticorrupción, decidió, de nuevo, archivar la investigación.

Se podría haber evitado.
Quizás 33.000 euros no sea mucho dinero comparado con las cantidades que habitualmente maneja el Parlament y el Govern balear pero no deja de ser un malgasto que se podría haber evitado si determinadas formaciones políticas no hubieran decidido utilizar las administraciones públicas en beneficio propio, como así ha ocurrido con la Comisión de investigación de las autovías de Ibiza.

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