La semana pasada el pleno del Ayuntamiento de Sant Antoni aprobó, con la abstención de los concejales del Partido Popular, la declaración del West End como Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE), lo que supondrá que el próximo verano los establecimientos de ocio de esta zona del núcleo urbano cierren a las tres de la madrugada, entre otras medidas que buscan, a priori, compaginar el descanso de los vecinos que viven en este barrio con la actividad económica principal del municipio y de la isla: el turismo.
Medidas sin consenso.
El equipo de gobierno tripartito ha decidido poner en marcha este tipo de medidas apoyándose en una serie de informes que sostienen que en esta zona del pueblo se superan por mucho los límites de ruidos que marcan las diferentes normativas. Nadie pone en duda que el tipo de turista que frecuenta los establecimientos del West End viaja hasta Sant Antoni en busca de sol, playa, diversión y alojamiento y bebida a buen precio. Décadas atrás el pueblo decidió (o decidieron otros) apostar por esta clase de turismo, del que todos sabemos su pros y, sobre todo, sus contras. En diferentes legislaturas se ha intentado cambiar el futuro de Sant Antoni y elaborar un plan a largo plazo. De hecho, con el tripartito se ha iniciado la redacción del Plan Estratégico 2016–2030, donde deberían figurar las propuestas para, entre otros asuntos, atraer a un turista más respetuoso y de mayor poder adquisitivo. ¿Por qué la limitación horaria del West no se ha consensuado en el marco del Plan Estratégico? ¿Por qué el tripartito no quiere contar con la opinión de empresarios y comerciantes de la zona? ¿Por qué se aplica en esta zona y no en otras del pueblo donde los niveles de ruido y de molestias también están a la orden del día?
Pretenden aburrir a los empresarios.
Si la intención del equipo de gobierno es la de aburrir a los actuales propietarios de establecimientos de ocio del West End hasta que decidan cerrar sus locales y marcharse a otra parte, que lo digan abiertamente. Si el alcalde Pep Tur prefiere que en esta zona se instalen restaurantes y abran tiendas de moda, que lo diga abiertamente, pero que no se escuden en el descanso de los vecinos. Vayan de cara.