La instalación de campos de boyas ecológicas que están tratando de impulsar, al menos, una asociación de usuarios, el Ayuntamiento de Sant Antoni y Ports IB, fruto del acuerdo alcanzado el año pasado con la Conselleria de Medio Ambiente, se está topando con el muro administrativo que supone la secular falta de diligencia de la Demarcación de Costas en las Islas Baleares, organismo que no demuestra la sensibilidad que se le presupone al Ministerio de Transición Ecológica al que pertenece en proyectos cuyo interés medioambiental es indiscutible. El Gobierno ya ha iniciado las conversaciones para traspasar dicha competencia a las Islas Canarias y la presidenta del Govern, Francina Armengol, exigió hacer lo propio en Baleares en el primer encuentro que tuvo con el ministro de Administraciones Públicas, Miquel Iceta, el pasado 14 de mayo.
Aval del Parlament.
La reclamanción del traspaso de la competencia en la gestión del litoral cuenta con la práctica unanimidad de las fuerzas políticas de Baleares, a excepción de Vox, partido que vota en contra sistemáticamente de todas las iniciativas que supongan mayor autogobierno de las comunidades e incluso de los ayuntamientos. La experiencia de traspasos anteriores ha demostrado que los problemas de los ciudadanos se resuelven mejor desde la cercanía. El ejemplo del pasotismo que está demostrando Delegación de Gobierno en la problemática de la cuarentena de los inmigrantes es solo una constatación más de que Ibiza y Formentera quedan muy lejos de Madrid.
Del Govern a los consells.
La competencia en la gestión del litoral es estratégica para Baleares, motivo por el que merece la máxima atención de las administraciones locales que, ahora, se topan con un ente que acaba bloqueando muchas iniciativas por acción o por omisión. Dicha responsabilidad, en cualquier caso, ha de acabar traspasándose a los consells insulares, ya que estos son los gobiernos de cada una de las islas y ya gestionan, bajo la tutela de la Comisión Balear de Medio Ambiente, de forma mutilada la ordenación urbanística de su territorio, ya que el litoral forma parte indisoluble de él.