Resulta llamativo que todavía haya compañías aéreas que incorporan la casilla de la obtención del descuento de residente cuando ya se está en los últimos pasos de la compra del billete online, una práctica fraudulenta en opinión del Govern y que las asociaciones de consumidores, como en el caso de Consubal, denuncian sus efectos perjudiciales para los ciudadanos de las Islas y las mismas arcas del Estado. A pesar de todas estas circunstancias, las instituciones implicadas –empezando por el Ministerio de Transportes y la Dirección General de Aviación Civil– poco o nada hacen para corregir esta situación que no tiene otro objetivo que compensar los costes de insularidad.
Una pasividad negligente.
La actitud que mantiene la Administración central sobre la compensación del 75 por ciento en el importe del billete de avión a los residentes en Balears sólo puede calificarse de negligente, aceptar que algunas aerolíneas puedan modificar el importe al alza de los vuelos según la residencia de los pasajeros no sólo causa un grave perjuicio a los usuarios, también incrementa los costes con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. Sólo la aplicación de severas sanciones a las compañías que incumplen las normas será posible evitar que se perpetúen prácticas inaceptables y con graves consecuencias para el conjunto de los contribuyentes.
Máxima transparencia.
Mantener un sistema tan opaco como arbitrario en la aplicación del descuento de residentes no es aceptable, el ciudadano debe saber desde el primer momento –como ocurre en la inmensa mayoría de las prácticas comerciales– el precio final y el desglose de los costes. Sólo con un modelo de compra de billetes que garantice la máxima transparencia será posible evitar que se mantengan fórmulas engañosas que acaban perjudicando a los residentes y al conjunto del país.