Mañana viernes está convocada una protesta por parte de pacientes que, cansados de mala atención en Can Misses, van a salir a la calle para que los políticos escuchen sus reclamaciones y solucionen sus problemas. No es nada habitual que se produzcan este tipo de movilizaciones, lo que indica que el hartazgo es total y absoluto mientras el discurso oficial por parte del Govern sigue siendo el mismo: las Pitiusas son un destino muy atractivo para los profesionales sanitarios y la atención en Can Misses es igual a la de otros hospitales de Balears.
Los pacientes se han hartado
Desde hace tiempo se conocen testimonios de pacientes que denuncian una deficiente atención por falta de médicos. Los pacientes, además, han perdido el miedo a hablar porque entienden que su silencio puede impedir que haya cambios en la atención sanitaria en Balears. El problema es de sobras conocido: faltan profesionales sanitarios porque cobran poco para poder pagarse una vivienda digna en Ibiza y Formentera. El problema se conoce y sobre el diagnóstico coinciden sindicatos profesionales y pacientes, pero las soluciones no llegan.
No se afrontan los problemas
Es evidente que resultará imposible resolver el problema de la sanidad en Ibiza y Formentera si los gestores no reconocen las carencias que padecen los pacientes de las Pitiusas. Por eso resulta un insulto a la inteligencia que la consellera de Salut y el portavoz del Govern sigan defendiendo que en Ibiza y Formentera la situación de la sanidad es normal. Los problemas no se resuelven enviando médicos desde Palma cada semana. Hay que buscar soluciones definitivas que generen confianza entre los pacientes, que ahora mismo no se sienten respaldados por los gestores de la sanidad balear. Los ciudadanos de las Pitiusas merecen una mejor sanidad pero, sobre todo, unos mejores gestores. Se ha demostrado que la palabrería y presumir de tener más presupuesto que nunca en sanidad no es la solución.