La Audiencia de Madrid ha ordenado al juez Juan Carlos Peinado que acote la investigación Begoña Gómez, esposa del Gobierno, y que centre la investigación en su supuesta relación con las empresas de Juan Carlos Barrabés. Lejos de archivar la causa, la Audiencia permite al perseguido juez Peinado que siga con su instrucción para aclarar si la esposa de Sánchez cometió el delitos de tráfico de influencias en apoyar al empresario Juan Carlos Barrabés para que obtuviese contratos del Estado.
Aparato del Estado.
Pedro Sánchez no ha escatimado en utilizar todos los recursos del Estado a su alcance para evitar que continuase la investigación contra su esposa. Ha atacado a medios de comunicación por difundir hechos relevantes sobre la relación entre Begoña y Barrabés, ha atacado al juez instructor, ha ordenado a la Fiscalía que se opusiese a la causa y hasta la Abogacía del Estado ha intervenido en la querella del propio Sánchez contra Peinado. Incluso el ministro de Justicia se ha posicionado a favor de Begoña Gómez sin ningún tipo de pudor.
Bulos.
La Audiencia de Madrid ha confirmado que la investigación sobre la mujer de Sánchez no era ningún bulo periodístico ni una causa promovida por un juez que tiene algún tipo de interés político. Recordemos que esta cacería contra los medios de comunicación ha llevado incluso a Sánchez a promover una ley de limpieza democrática, en un intento, según él, de evitar bulos. Pero que hay indicios de que Begoña Gómez pudo utilizar su influencia para beneficiar a un empresario. Eso no es, ni mucho menos, un bulo. Es una realidad con fundamento jurídico, según la Audiencia de Madrid. Ya está bien de deteriorar de esta manera la Justicia española. Ya basta de utilizar todos los instrumentos del Estado en beneficio del presidente del Gobierno. Que un juez pueda investigar a la esposa de un presidente del Ejecutivo es un ejercicio de salud democrática para este país. Solicitar que se asuman responsabilidades políticas por todo lo dicho durante meses contra el juez Peinado y los medios independientes es realmente una pérdida de tiempo, pero al menos no deberían seguir deteriorando la imagen de la justicia de esta manera tan despreciable.