El Partido Popular y Vox han emprendido una ofensiva judicial contra el PSOE al anunciar el PP una querella por presunta financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias; mientras que el partido de Abascal avanzó que presentará una querella en el Tribunal Supremo contra la presidenta del Congreso, Francina Armengol, por los contratos realizados cuando era presidenta de Baleares. Al mismo tiempo, la formación encabezada por Núñez Feijóo utilizará las últimas informaciones sobre el ‘caso Koldo’ para lanzar una ofensiva contra el Gobierno en el Congreso. Siete de las diez preguntas que el PP formulará en la sesión de control al Ejecutivo serán sobre corrupción, entre ellas la que dirigirá su líder, Alberto Núñez Feijóo, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La dirección del PP analizó el informe remitido por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil al juez que investiga el ‘caso Koldo’, que señala el «papel relevante» del exministro José Luis Ábalos en la trama y decidió presentar la querella.
Los socialistas, molestos.
Estas acciones judiciales que han decidido emprender PP y Vox han enfurecido al PSOE de Pedro Sánchez, que acusó a los populares de «sobreactuar» y afirmó que Núñez Feijóo no tiene «autoridad moral para exigir explicaciones». El PSOE reivindica la «inmediatez» y «contundencia» con las que reaccionaron, esgrimiendo que sólo cinco días después de la detención de Koldo García suspendieron de militancia a Ábalos y le abrieron un expediente de expulsión del partido. Lo que siguen sin explicar es por qué decidieron que, pese a haberlo apartado de la primera línea y haber iniciado el expediente de expulsión, decidieron que iría en listas en las elecciones.
Ábalos y Armengol, en el punto de mira.
Ábalos es hoy un gran problema para el PSOE y el Gobierno de Pedro Sánchez. Ambos valoran cómo salir del estado de ‘shock’ tras la difusión de los indicios de corrupción contra el exministro que era hombre clave en Ferraz y el Ejecutivo. El escenario político se enrarece y tensa aún más, crece la polarización política, el cerco se estrecha sobre el PSOE de Pedro Sánchez y cada vez está más en entredicho el papel de la expresidenta socialista del Govern, Francina Armengol, y ahora presidenta del Congreso, tercera autoridad del Estado. Cada día hay más preguntas sin respuesta creíble por parte de los socialistas.