El Ayuntamiento de Sant Antoni va a solicitar casi 19 millones de la ecotasa. La gran apuesta del gobierno portmanyí es destinar 8,8 millones para un proyecto destinado a la mejora de la inspección, seguridad y concienciación para un turismo responsable. Este plan tendría una duración de tres años, según ha informado el Ayuntamiento que encabeza Marcos Serra. Además, Sant Antoni reclama 3,6 millones de euros para el plan de choque contra el intrusismo en Ibiza.
Más control.
Sant Antoni es uno de los cuatro municipios de Balears que pueden optar a una ayuda para impulsar el turismo responsable. El Ayuntamiento portmanyí ha concretado que para impulsar dicho plan tiene previsto contratar 10 policías locales y a 12 agentes cívicos, además de instalar cámaras de seguridad en zonas turísticas por valor de 300.000 euros. Uno de los objetivos del Ayuntamiento es impulsar campañas de concienciación para que todos los visitantes sepan que el alquiler turístico está penado, ha indicado la teniente de alcalde Neus Mateu.
Solo para turismo.
Resulta obvio insistir, pero el dinero de la ecotasa se tendría que invertir en mejoras de las zonas turísticas y no en realizar otro tipo de inversiones que tienen muy poca visibilidad y que, además, pueden sufragarse con otras partidas de los Presupuestos de la Comunitat Autònoma. Lamentablemente durante muchos años se ha invertido la recaudación de la ecotasa en inversiones que muy poco tenían que ver con turismo. Todo el mundo recuerda cómo el Govern de Armengol premió con más de un millón de euros a una emisora de radio afín para que organizase un festival en Mallorca. Este tipo de inversiones no tienen justificación alguna. El Ejecutivo de Prohens debe evitar despilfarrar el dinero de la ecotasa en cuestiones que nada tienen que ver con el turismo, y que tampoco mejoran los municipios más turísticos de Balears. Además de buscar el consenso en el reparto de la recaudación, que previsiblemente volverá a superar los 200 millones de euros, hay que prestigiar la utilización del tributo. Gastar la ecotasa en conciertos no está en ningún caso justificado. El rigor debe primar en la utilización del dinero del impuesto turístico.