El Consell d’Eivissa ha reclamado cambios en la proposición de ley que tramita el Parlament para combatir fiestas ilegales en viviendas turísticas. El vicepresidente de la institución insular, Mariano Juan, defendió en la comisión de los consells insulars que la propuesta presentada está coja, si bien admitió que va en la buena dirección. El Consell pretende que la ley tenga en cuenta las molestias provocadas por las fiestas ilegales y para ello insiste en la necesidad de que los policías locales tengan capacidad para desalojar las fiestas que se celebran en domicilios particulares.
Jurisprudencia.
Mariano Juan aportó durante la comisión de los consells insulars sentencias del Tribunal Constitucional y de tribunales ordinarios que señalan que «donde hay pública concurrencia hay una actividad económica, no un domicilio, y las policías deben poder entrar, desalojar las fiestas y cortar de raíz el problema». En este sentido, el vicepresidente del Consell d’Eivissa aclaró que la ley no debe culpabilizar a los propietarios de los alquileres turísticos sino a quienes provocan las molestias.
Claridad legal.
El Parlament debe aprovechar la oportunidad que ofrece la tramitación de la proposición de ley para combatir fiestas ilegales en viviendas turísticas. Es una realidad que este tipo de inmuebles ofrecen la posibilidad de organizarse fiestas que en muchas ocasiones superan el sentido común y provocan muchas molestias a los vecinos. Es también una realidad que las personas más capacitadas para poder solventar lo más rápidamente posible estos excesos es la policía local. Por todo ello debería tenerse en cuenta la propuesta del Consell d’Eivissa para que los agentes dispongan de capacidad para tomar medidas de forma inmediata y puedan desalojar las fiestas con todas las garantías jurídicas. Ibiza no puede permitirse que por unos pocos que incumplen las normas cívicas la isla tenga una imagen que no se corresponde con la realidad. Por ello hay que dejar en manos de los policías locales la gestión de estos eventos ilegales y tan molestos para los ibicencos y turistas.