Ibiza celebró este miércoles el 25 aniversario de la declaración de la isla como Patrimonio de la Humanidad, una importante distinción que se consiguió el 4 de diciembre de 1999 en Marrakech después de muchos años de trabajo y, sobre todo, de consenso. Una exposición fotográfica, música y un espectáculo de drones sirvieron para conmemorar este aniversario, que supone un gran hito para Ibiza. En la celebración estuvieron presentes casi todos aquellos que han sido alcaldes de Vila mientras ha estado en vigor la declaración de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad.
Importancia
Rafa Triguero, actual alcalde de Ibiza, destacó que el 4 de diciembre es un día muy importante para la ciudad y para la isla en general. Insistió en la necesidad de mantener el gran valor de los cuatro bienes incluidos en la candidatura, como son el yacimiento de sa Caleta o la Necrópolis, además de resaltar la importancia de proteger las praderas de posidonia. En este sentido, Triguero admitió que hay que seguir protegiendo la posidonia, cuyas praderas calificó como «las grandes olvidadas». Por su parte, Vicent Marí, presidente del Consell d’Eivissa, defendió la importancia de poner en valor los entornos únicos que tiene Ibiza para que puedan disfrutarlos las próximas generaciones.
Ambición
La declaración de Ibiza como Patrimonio de la Humanidad ha cumplido las expectativas que se crearon cuando se consiguió esta distinción hace 25 años. Esta declaración es relevante ya que obliga a la UNESCO a garantizar la conversación de los sitios inscritos en la lista de Patrimonio Mundial, sin perjuicio de las soberanías nacionales. El Patrimonio Mundial está integrado por bienes o sitios que poseen un valor universal excepcional, es decir, que tienen una importancia cultural o natural extraordinaria, que trascienden fronteras y tienen un significado especial dentro de la historia de la humanidad. Por lo tanto, Ibiza tiene el privilegio de estar entre unas selectas ciudades del mundo que tienen esta distinción. Durante estos 25 años se ha trabajado para prestigiar la imagen de la ciudad, pero hay mucho camino por hacer, sobre todo en materia de protección de posidonia, como ha reconocido el propio alcalde de Vila. Y las próximas generaciones se merecen seguir avanzando en la protección cultural o natural de la isla.