Los deberes del Estado en las Pitiusas

La apertura del Parador de Ibiza se hace de rogar. Tras casi dos décadas de obras y con más de 25 millones de euros invertidos, el establecimiento hotelero sigue sin abrir sus puertas y sin tener contratado a todo el personal necesario para ello. De hecho, de las 41 plazas ofertadas por Paradores, tan solo ha conseguido cubrir 17. De lo que se desprende que las ofertas de trabajo son poco golosas para los residentes en una isla que vive del turismo, por lo que Paradores tendrá que hacer un esfuerzo económico extra si quiere completar su plantilla y ofrecer un servicio acorde a lo que se espera de un Parador.

Más cultura.
Mientras el Parador sigue acumulando retraso, nada se sabe del Museo Arqueológico de Dalt Vila, cerrado desde 2010 por problemas de humedades y filtraciones. Una instalación que necesita de una reforma estructural por parte del Ministerio de Cultura y de la que no se ha vuelto a saber nada desde la visita del secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí, hace más de un año. La apertura del Parador y del Museo Arqueológico, cuya gestión debería quedar en manos ibicencas, supondría un espaldarazo para Dalt Vila y la ciudad, que estos días vive días de esplendor con la celebración de la Feria Medieval. Un acontecimiento que cada año atrae a miles de personas al recinto amurallado de Vila, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999.

Puerto y aeropuerto.
El Estado ya nos tiene acostumbrados a que sus mayores inversiones en las Pitiusas se las llevan el puerto y el aeropuerto de Ibiza, dos infraestructuras clave y que suponen buenos ingresos para las arcas estatales gracias a la ingente cantidad de pasajeros que anualmente pasan por estas instalaciones. Sin embargo, no debería olvidarse el Gobierno que también tiene otras obligaciones en Ibiza y Formentera. Una, la más urgente quizá, tiene que ver con la llegada de migrantes a nuestras costas, entre ellos muchos menores que los consells insulars deben tutelar y que afectan de forma muy notable a sus arcas. La otra es la falta de funcionarios de servicios estatales como la seguridad o la justicia. Es necesaria la actualización del plus de residencia para los que se desplacen a nuestras islas a trabajar.