En la primera jornada del debate de política general del Consell de Mallorca celebrada este lunes, el presidente Llorenç Galmés anunció que los extranjeros que cuenten con una vivienda en propiedad solo podrán tener un coche por casa y siempre y cuando paguen el impuesto de circulación en la Isla. Es una de las medidas que incluirá la proposición de ley para limitar la entrada de vehículos –restricción que también afectará a los coches de alquiler–, cuya redacción se conocerá el próximo 13 de junio con el objetivo de reducir el número de vehículos que llegan a Mallorca y que no tributan en Baleares. También incorporará un tope a los vehículos de alquiler que circulan actualmente por las carreteras mallorquinas. Corresponderá al Parlament la aprobación de estas normas para su entrada en vigor a partir de la temporada turística de 2026. Estas medidas se empezarán a aplicar en Ibiza a partir del próximo domingo con la limitación efectiva de entrada y circulación de vehículos para no residentes y sin domicilio fiscal en la mayor de las Pitiusas.
Formentera, pionera.
Mallorca va a seguir los pasos de Ibiza y la mayor de las Pitiusas sigue a partir de este domingo día 1 de junio el camino que empezó a recorrer Formentera por primera vez en el año 2019 con el consenso del Consell d’Entitats, es decir, de los vecinos. Fue entonces cuando entró en vigor esta limitación en la pitiusa sur durante temporada alta, de junio a septiembre, con un techo de vehículos de 22.382, que un año después se redujo a 21.487 y, en ejercicios posteriores, se ha ido reduciendo cada vez más hasta llegar a los 10.287 autorizados para este 2025. Con el paso del tiempo, y pese a las reticencias iniciales que hubo, se ha ido demostrando que la regulación en la pitiusa sur era más que necesaria.
El futuro.
Las Islas Baleares en su conjunto deben garantizar su futuro y, para ello, es necesario apostar por la sostenibilidad. Tras la pandemia mundial de coronavirus, las Islas han experimentado un particular boom turístico que lleva en algunos momentos de la temporada a la masificación de carreteras, medios y recursos, lo que repercute en la calidad de vida del residente. Por ello, es vital que las instituciones sigan apostando por el camino de la sostenibilidad.