La plataforma «Menys turisme, més vida», califica de «triunfo de la ciudadanía las manifestaciones que este pasado domingo salieron a la calle en Ibiza (300 manifestantes) y Palma (8.000 participantes) para protestar contra el modelo turístico en Baleares. Una protesta que se desarrolló en el marco de una jornada internacional de movilizaciones en distintas ciudades del sur de Europa contra la turistificación global. En Palma e Ibiza, los manifestantes reclamaron un cambio estructural de la economía de las Islas y se pronunciaron a favor del derecho a la vivienda, la justicia climática, la dignidad laboral, la defensa del territorio y los servicios públicos. Por su parte, los empresarios, a través de CAEB, manifiestan que su principal reto consiste en «conciliar el peso del turismo en el crecimiento económico de España y Baleares con el bienestar ciudadano a nivel local» al mismo tiempo que rechazan las actitudes incívicas contra turistas que se produjeron durante la manifestación en la mayor de Baleares. En Ibiza, la protesta fue pacífica y transcurrió sin incidentes entre participantes y turistas.
Medidas urgentes y valientes
La cuestión de fondo es la gran dependencia del modelo económico de Baleares del turismo, que aporta más del 80% del PIB regional. Es cierto, como afirma Antoni Costa, vicepresidente del Govern, que las Islas no puede prescindir del turismo, pero también hay que aplicar medidas -tan urgentes como valientes- para garantizar la sostenibilidad en todos los ámbitos: social, económico, respeto a los espacios naturales, el descanso y la convivencia.
No podemos morir de éxito
El Govern Prohens ya ha aprobado las primeras medidas, como la paralización de nuevas plazas turísticas y la prohibición del alquiler turístico en las viviendas plurifamiliares, pero ante el creciente malestar hay que actuar con más agilidad. Baleares no puede morir de éxito. Es un gran destino turístico que ha de apostar por un desarrollo en valor sin nuevas plazas.