Cada día, Balears gasta en sanidad pública 6,6 millones de euros para un presupuesto que supera los 2.450 millones al año y que ha crecido de forma notable. Hace una década, el gasto diario era de 3,5 millones. En ese incremento influyen diferentes factores, pero hay una constante. El IB-Salut es el mayor gasto de la Comunitat –como lo es en el resto de las autonomías– y supone uno de cada tres euros del dinero que administra el Govern. Además de la principal partida cuantitativa, es también la que tiene un impacto más directo sobre los ciudadanos.
Población y financiación
El aumento del gasto sanitario está estrechamente vinculado al crecimiento de la población de las Islas. Es un problema común al resto de servicios públicos y requiere un cambio en la financiación autonómica que compense esos aumentos y refleje el peso real de la población de cada uno de los territorios. Sin embargo, solo el incremento poblacional no explica todo el gasto. Una de las principales tensiones tiene que ver con la necesidad de mejorar las condiciones laborales del personal sanitario, en especial el de mayor cualificación. Existe un combate abierto entre territorios para captar y fidelizar a los profesionales y Balears es una plaza complicada. A la insularidad cabe sumar el problema de la vivienda. De esta manera, el gasto en personal tiene mucho peso en el millonario gasto.
Sostenible
Un sistema sanitario universal, público y gratuito para el usuario, como el que se disfruta en España, tiene un coste vía impuestos del que los ciudadanos deben ser conscientes, primero, para ponerlo en valor, pero también para mantener la exigencia con su gestión. Al IB-Salut le corresponde actuar para manejar de la forma más eficaz posible esos recursos y garantizar que se trata de una atención sostenible. Son los desafíos para mantener un sistema apreciado y reclamado por los ciudadanos.