Nuevo fin de semana trágico en las carreteras de Mallorca e Ibiza. Dos hombres murieron este domingo y otras cuatro personas resultaron heridas de gravedad, dos de ellas de carácter crítico, en un nuevo accidente de tráfico en Mallorca. A este terrible accidente se suma el atropello mortal de una joven británica registrado este domingo por la mañana en la zona de Es Puetó, entre los municipios de Sant Josep y Sant Antoni. Dos jóvenes más se encuentran graves por este atropello en el que el conductor irlandés de un Jeep se llevó por delante a las tres jóvenes que caminaban por la acera. El conductor acabó detenido tras dar positivo en el test de drogas . Según informó la Policía Local de Sant Josep, existen indicios de que el conductor del atropello mortal había consumido ‘gas de la risa’ instantes antes del accidente. Se le imputan delitos de conducción bajo los efectos de las drogas, homicidio por imprudencia grave y lesiones graves. Este fin de semana negro se suma, además, a las tres muertes registradas el fin de semana pasado en dos accidentes de coche tras estamparse dos coches contra dos motos prácticamente en el mismo punto de la carretera que une Vila con Santa Eulària en apenas 24 horas. Son cifras profundamente terribles y devastadoras que demuestran la peligrosidad que supone circular por las carreteras de Ibiza y Mallorca en temporada turística.
Más inversiones.
Es imprescindible que el Gobierno central ayude a modernizar de forma inmediata las carreteras de Ibiza y Mallorca, ante el riesgo más que evidente de que en los próximos años queden colapsadas por el número de coches, motocicletas, furgonetas y camiones que circulan a todas horas. Y si ahora nos encontramos con estadísticas dramáticas, lo peor puede estar por llegar.
Drogas y alcohol.
Pero no es el único camino para rebajar la siniestralidad. También es necesario que los conductores respeten más las señales de tráfico y, sobre todo, las que limitan la velocidad. Basta circular por algunas autopistas o carreteras secundarias para encontrarnos con conductores que superan, por mucho, el límite establecido. Y que ponen en riesgo su vida y la de otras personas, de forma absurda y temeraria. Al mismo tiempo, es vital aumentar los controles policiales de alcohol y drogas para evitar más muertes, pues aún es necesaria mucha conciencia ciudadana para realmente responsabilizarse de no coger el coche ni la moto si se han bebido copas o consumido drogas.