Esta semana se está celebrando la feria turística World Travel Market (WTM) de Londres, la primera gran cita del calendario internacional en promoción turística. En ella, el Consell d’Eivissa ha presentado a mayoristas, agentes de viajes y prescriptores de destino su apuesta por la sostenibilidad turística con medidas como la implacable lucha contra el alquiler turístico ilegal o la ley de limitación de entrada de vehículos, que entró en vigor el pasado mes de junio. En este sentido, el presidente Vicent Marí transmitió a mayoristas como TUI que hasta el momento habían fulminado en Ibiza unos 3.000 anuncios de alquileres turísticos ilegales, que ha supuesto en la mayoría de casos un aumento hacia la oferta de alojamiento legal.
Presión humana.
Este miércoles, el Instituto Balear de Estadística (Ibestat) ha publicado el último dato actualizado de presión humana, es decir, el total máximo de gente en un mismo día. Así, el día con más gente de todo el año se registró el 13 de agosto con 316.843 personas. En el conjunto de las Islas, Ibiza es la que más experimentó un descenso en la presión humana con una caída del 4,6% en comparación con el mismo mes del año pasado. Mallorca, por su parte, experimentó un ligero aumento del 0,1% y en Menorca la caída fue de un discreto 0,1%. En paralelo, el mercado turístico británico, el mayoritario extranjero en Ibiza, aumentó un 1,3% en los extremos de temporada, no en los meses centrales lo que, sin duda, es una buena noticia.
Soluciones efectivas.
Pese a la oposición de las grandes navieras y patronales de rent a car, la limitación de entrada de vehículos a Ibiza está dando resultados, así como la incansable lucha en perseguir alquileres turísticos ilegales cuyas multas por vías urbanísticas municipales y turísticas a través del Consell d’Eivissa son tan altas que pueden implicar el tener que vender la vivienda para afrontar los pagos, como ha ocurrido ya en un caso en Santa Eulària. La política de contención y sostenibilidad seria y rigurosa que está llevando a cabo el Consell d’Eivissa está dando sus primeros frutos y está sirviendo de ejemplo para que el resto de islas sigan el camino marcado por Ibiza. De hecho, Mallorca y Menorca ya trabajan también en limitar la entrada de vehículos. La sostenibilidad es el camino indiscutible para conseguir que el turismo, principal motor económico de Ibiza, pueda convivir en paz con los residentes sin que éstos lo perciban como una amenaza o lastre a la calidad de vida.