Las elecciones de este domingo en Extremadura han constatado el hundimiento sin precedentes del PSOE de Pedro Sánchez. En estos comicios, el PSOE, liderado por Miguel Ángel Gallardo, ha obtenido 18 diputados, el peor resultado en la historia del partido en la región y que representa 10 parlamentarios menos que los 28 con los que empató en 2023 con el PP. Por contra, María Guardiola (PP), que había adelantado las elecciones con la intención de conseguir mayoría absoluta, ha resultado ganadora de estos comicios consiguiendo 29 diputados, pero lejos de los 33 que necesitaba para la mayoría absoluta. Vox, por su parte, ha experimentado un espectacular crecimiento, pasando de cinco a 11 diputados.
Escándalo tras escándalo
El socialista Miguel Ángel Gallardo afirmó este domingo por la noche, en una primera valoración de sus pésimos resultados, que no se planteaba cuál sería su futuro en el partido y obvió aclarar si dimitiría o no, al tiempo que cargó las tintas contra María Guardiola, llegando a afirmar que «había fracasado» al no alcanzar mayoría absoluta. Sin embargo, Gallardo, que está imputado por el caso de ‘enchufismo’ del hermano de Pedro Sánchez, no supo ni sabe ver (o no quiere ver) que quien ha fracasado es él y que, por tanto, debería irse. Así lo manifestaron este lunes voces del PSOE, como García-Page o Miguel Ángel Morales, presidente de la Diputación de Cáceres, quien afirmó que el PSOE en Extremadura, histórico bastión del socialismo, ha cosechado «un rotundo fracaso de la mano de Miguel Ángel Gallardo». Finalmente, tras la presión del día después de las elecciones, Gallardo presentó su dimisión este lunes por la tarde.
Necesarias dimisiones
Es más que obvio que Miguel Ángel Gallardo estaba abocado a dimitir y así lo ha hecho pese a sus reticencias iniciales. Sin embargo, no se puede atribuir al cien por cien este fracaso electorial al pésimo candidato, pues el batacazo y la pérdida de votos ha sido histórica, lo que demuestra una falta generalizada de confianza hacia el ‘sanchismo’ o el PSOE de Pedro Sánchez. Sánchez en más de una ocasión ha dicho que va a mantenerse en el poder y no adelantará elecciones, pero algunos de sus socios, como Podemos o Gabriel Rufián, ya están empezando a alzar la voz tras el fiasco electoral en Extremadura y están empezando a vislumbrar otros horizontes sin Sánchez al frente del Gobierno.