A tan sólo tres etapas y un puñado de kilómetros se quedó Xicu Ferrer de repetir la hazaña del pasado año de finalizar la carrera motociclista más dura y arriesgada del calendario mundial: el rally Dakar-El Cairo. En esta oportunidad, el piloto formenterés tuvo la suerte de espaldas y una grave caída le apartó de situarse entre el grupo de elegidos -si Ferrer hubiera finalizado lo habría hecho como tercer piloto español-. Sólo eso, la fortuna, es la que otorga, en la mayoría de las ocasiones, la condición de victorioso en una carrera con tantas dificultades y en la que un pequeño montículo de arena te puede privar de alcanzar la gloria.
Pero en su tercera participación en este prestigioso rally no nos podemos quedar sólo con las imágenes que publicaba Ultima Hora Ibiza y Formentera del bravo piloto formenterés convaleciente en un hospital de El Cairo recuperándose de las heridas que le provocó una caída en el desierto africano. Eso son cosas de las carreras. Lo que ha demostrado Xicu Ferrer en esta edición es una progresión importante como piloto y que nos permite, si vuelve a participar en la carrera y todo así lo indica como él mismo lo ha comentado desde la cama del hospital, atisbar una enorme dosis de esperanza de cara a futuras ediciones del rally. En estos tres años ha evolucionado como piloto y además, gracias a sus resultados, puede disponer cada vez de una mejor mecánica, algo importantísimo en las pruebas de motor.
El Dakar, en sus más de veinte ediciones, siempre ha sido esquivo con el motociclismo español, que se ha quedado en multitud de ocasiones a las puertas del triunfo final. Son muchos los pilotos nacionales que han acariciado la victoria en este rally (Arcarons, Gallardo, Roma, Servia, etc ). El próximo año todos ellos lo volverán a intentar y entre ellos estará Xicu Ferrer que tratará de recuperar con todas sus fuerzas lo que la fortuna este año le ha quitado.