Ya se conoce el número de peticiones llegadas a la delegación insular de Educació para la inscripción de los escolares pitiusos de cara al próximo curso 2000-2001. Las cifras son tranquilizadoras, ya que este año la demanda de plazas no supera a la oferta (1.800 plazas frente a 1.338 solicitudes) y eso supone un problema menos para un gran número de familias, que en otros tiempos debían afrontar la escasez de oferta educativa. Las Pitiüses, en los últimos años, han vivido en un clima de incertidumbre debido a la escasez de oferta de plazas, lo que obligaba, y continúa obligando, a las instituciones a acelerar la construcción de centros educativos por toda la geografía pitiusa. Ahora bien, el problema hoy en día ya no es tanto de solicitudes sino de la distribución ecuánime de las plazas entre el número de aspirantes. Cabe recordar que el año pasado más de 50 padres de alumnos de las Pitiüses se manifestaron públicamente porque deseaban que sus hijos permanecieran en el colegio de la Consolación. El delegado insular de Educació, Antoni Marí, ya ha advertido que esta situación puede volver a repetirse en algunos casos. Por tanto, es tarea ahora de las instituciones el evitar que este problema se extienda a muchas familias, pero también son éstas las que deben comprender que el mapa escolar de las Pitiüses está sufriendo una obligada reestructuración y que, en ocasiones, es difícil solventar estos problemas.
Por otra parte, la peculiar situación que viven las Pitiüses debido a la temporada turística provoca la llegada de muchas familias que se establecen «precipitadamente» en la isla y que matriculan a sus hijos fuera de plazo. El año pasado fueron 500 los alumnos matriculados en este caso, una cifra que obliga a Educació a tener un colchón de plazas para paliar esta situación.