La banda terrorista ha vuelto a golpear duramente en Euskadi, asesinando al concejal del PSE en Orio Juan Priede Pérez, a pocos días del congreso en el que los socialistas vascos van a decidir su futuro. Bajo la dirección de Redondo Terreros se produjo un distanciamiento de los nacionalistas moderados y una aproximación a la línea más centralista del Gobierno de Aznar. Y es precisamente en el momento en que el PSE va a optar por una línea u otra cuando los bárbaros, mediante un nuevo atentado, pretenden imponer sus criterios. Los terroristas, a lo largo de los últimos meses, han hostigado muy especialmente a la familia socialista vasca, a sus concejales.
Como siempre, pretenden imponer mediante el terror sus criterios. Nunca podrá ni deberá aceptarse que éstos sean argumentos en favor de nada. La discusión y el debate político hay que circunscribirlos a las instituciones, partidos, asociaciones y siempre mediante el uso de la palabra, de los argumentos, de la lógica, nunca del miedo y de la sangre de víctimas inocentes que sólo luchan por defender unos principios.
Es preciso, en este punto, que los partidos políticos mantengan la unidad frente al terrorismo, un terrorismo que carece de cualquier sentido en la sociedad en la que vivimos, abierta y democrática.
Lógicamente existen discrepancias entre PP, PSE-PSOE y PNV, incluso en la concepción que tienen del Estado o de Euskadi en particular, pero todos deben tener claro que debe acabarse de una vez por todas con la violencia y se debe aislar a los violentos. Éstos no representan a nadie, son sólo asesinos, criminales que hay que poner a disposición de los jueces. Hay que dejarles bien claro a ellos y a su entorno, que el futuro de Euskadi no les pertenece.