El Ayuntamiento de Formentera acaba de anunciar que no hará efectiva la reducción de la nómina de junio al personal laboral y funcionarios del Consistorio que secundó el paro general el pasado 20 de junio el día de huelga. Es decir, el Ayuntamiento de Formentera premia a los trabajadores que no acudieron a trabajar el día de la huelga general, subvenciona su protesta. Además, lo hace amparándose en un «ejercicio de responsabilidad», tal y como refleja textualmente la carta que el concejal Felip Portas ha enviado a aquellos funcionarios que ese día no acudieron a su puesto de trabajo.
El Consistorio, representado en este caso por el concejal Portas, parece confundir claramente lo que es un ejercicio de responsabilidad, sobre todo cuando se está al frente de una institución municipal. Portas, es decir el Ayuntamiento de Formentera, se debe a los ciudadanos que representa, a los que le eligieron y a los que no, y por lo tanto no puede utilizar el dinero público como le apetezca y «solidarizarse», como así reza en el escrito, precisamente con aquellos que secundaron la huelga. Porque cuando Portas se está «solidarizando» con los que acudieron al paro, está utilizando dinero público de manera claramente partidista. Además, de nuevo se hace política con el dinero público. ¿Qué pasaría si él viera a un gobierno de diferente color decidir arbitrariamente no aplicar la legislación vigente y recompensar a los funcionarios que piensan como él? La responsabilidad de un concejal y de un ayuntamiento en este caso debe estar por encima de las afinidades y no se debe utilizar el dinero municipal para subvencionar la lucha política, en este caso contra el del Gobierno central. Claramente con esta decisión arbitraria se están comprando simpatías, porque los trabajadores ya sabían el coste de ejercer su legítimo derecho a la huelga y lo aceptaban. Lo demás es pura demagogia.