Balears y Canarias son dos comunidades plurinsulares que tienen muchos puntos en común. No es raro, pues, que desde cada archipiélago se siga con interés aquella problemática, derivada de nuestra condición insular, que pueda afectar tanto a los ciudadanos de Canarias como a los de Balears. Uno de los ejemplos más significativos es el de los descuentos aéreos entre las islas y la Península. Tras la entrada en vigor del Régimen Especial de Balears, conseguimos que el descuento para residentes en los vuelos a la Península y entre islas aumentase al 33 por ciento, equiparándonos a los ciudadanos canarios.
Ahora un reciente estudio del Govern ha sacado a la luz un dato muy preocupante: el tráfico marítimo y aéreo interinsular es un 50% más caro en Balears que en Canarias. Es decir, que el precio medio de un billete de avión o barco entre Mallorca, Menorca y Eivissa, comparando distancias equivalentes, es mucho más caro. No cabe duda de que habrá que buscar respuestas y explicaciones para este injustificado desfase de precios.
Denunciado el problema, el Govern prevé que a principios de año podrá contar con un plan sectorial del transporte interinsular que fije los planes de vuelo y cabotaje marítimo. Un plazo que estimamos demasiado largo. La Administración autonómica debe abandonar su habitual lenta velocidad de crucero y dar la máxima urgencia a estos estudios.
Pero no bastarán los planes y proyectos. Lo que hay que conseguir es que viajar entre islas y a la Península no sea tan escandalosamente caro. Las continuas subidas de precios han reducido el efecto de la rebaja del 33%. Si las compañías no bajan sus precios "algo muy improbable" habrá que insistir en la solicitud que se hizo al Gobierno de la nación: aumentar el descuento de residentes a un 45 por ciento.