El pasado 18 de marzo, nuestro compañero Pep Matas, redactor jefe de la sección de Sucesos, acudió a un programa de televisión para participar en un coloquio sobre la venta de drogas en Manacor, un asunto que lleva años denunciando a través de este diario. A la misma mesa se sentaban dos hermanos, Onofre y Sergio Heredia, conocedores también del tema.
En el calor del debate, Pep Matas pronunció unas palabras insultantes dirigidas a los dos hermanos, una reacción censurable pero quizá comprensible si tenemos en cuenta que en el ejercicio de este tipo de denuncias el periodista está incluso jugándose la vida al señalar con detalle a peligrosos delincuentes. Sus palabras malsonantes desataron la ira de los hermanos Heredia, que agredieron seguidamente a nuestro compañero -que sólo intentó defenderse- golpeándolo reiteradamente cuando ya se encontraba en el suelo.
En la sentencia ahora hecha pública, la jueza del Juzgado de Instrucción número 1 de Manacor condena a Pep Matas por dos faltas de lesiones y otras dos de injurias. Los dos Heredia también son condenados por sendas faltas de lesiones.
Con Pep Matas se comete una gran injusticia. Nuestro compañero fue la víctima y no el agresor. Así lo han visto quienes visionaron el programa. En cuanto a las injurias, quizá otro juez habría tomado como atenuante el hecho de que Pep Matas sufría en esos momentos una enorme presión al denunciar públicamente a las mafias del narcotráfico, un asunto al que nuestro compañero ha dedicado su vida profesional, destapando redes, puntos de droga, bienes comprados con el dinero del narcotráfico, etcétera.
La primera sentencia ha sido adversa, pero ello no ha desanimado a Pep Matas, a su equipo de Sucesos y a toda la redacción de este diario. Con más fuerza que nunca, la lucha para desenmascarar a las mafias de la droga, a sus cómplices y encubridores, y a quienes las toleran, seguirá viva en las páginas de Ultima Hora. Es un compromiso con la información libre e independiente al que no renunciamos.